Yuko vivía en una aldea japonesa cuyos habitantes capturaban ballenas.
También el papá de Yuko las capturaba.
Un día, Yuko le preguntó a su papá:
—Papá, ¿por qué matas ballenas?
—Porque capturar ballenas es la única cosa que sé hacer —le contestó su padre.
Pero Yuko no lo entendió, así que fue a ver a su abuelo y le preguntó:
—¿Por qué mi papá mata ballenas?
—Tu padre hace lo que debe —contestó el abuelo—. Déjalo en paz y pregunta al mar.
Entonces, Yuko, se fue al mar. Allí, pequeñas criaturitas de diferentes especies se pusieron a nadar entre sus piernas.
De pronto, vio una ballena varada sobre la arena, entre las piedras. La ballena estaba muy asustada y sin fuerzas; solo podía girar los ojos, grandes como las manos de Yuko…
Yuko comprendió que la ballena no podría vivir mucho tiempo fuera del agua.
—Intentaré ayudarla —dijo el niño.
¿Pero cómo? ¡La ballena era grande como una montaña!
Yuko corrió hacia el agua. En la orilla, llenó su cubo y empezó a echar agua sobre la enorme cabeza de la ballena.
Puedes leer el resto del cuento en nuestro libro.
Adquiérelo en la tienda de Isla Imaginada.
FIN
Fue muy lindo el resumen de este cuento
Hermosisimooo.
Es una antigua leyenda japonesa. A nosotros también nos gusta mucho este cuento; tanto, que fue uno de los que elegimos para incluirlo en nuestro recopilatorio en papel «Martes de cuento. Pasaje a Isla Imaginada».
Si bonito
Me alegra que te haya gustado.
Me encanta leer este cuento.
A mí también me gusta mucho. Es, precisamente, uno de los que he seleccionado para el volumen recopilatorio en papel que estoy preparando.
Increíble
Qué bonito cuento.
La pena es que lo mismo a la semana siguiente se la estaban comiendo… 😛
😀 😀 Pero precisamente creemos que esa es la moraleja, que ellos matan a las ballenas porque necesitan alimentarse, no por deporte o por crueldad. Respetan tanto la vida de los animales y los quieren tanto que salvan a la ballena varada.
Muy bonito. Me sorprende además tu sabiduría de idiomas, porque adaptarlo del japonés tiene su aquél… Eres sorprendente!
¡Qué más quisiera, Óscar! La traduje del hebreo y lo hice como ejercicio porque estudio ese idioma y no creas que no me cuesta lo mío, pero como son palabras sencillas, pude hacerlo. Con algo más largo y difícil ni me lo plantearía 🙂
Y dices del hebreo como si fuera el inglés… Es igualmente admirable, que lo sepas. 🙂
Saberlo, saberlo… Estoy en ello 🙂 ¡Un abrazo, Oscar!
Hermosas letras y la enseñanza. en audio cuento con los sonidos del mar 😉
Eso de los audiocuentos nos lo estamos pensando 😉 Tal vez, durante este 2015 nos pongamos en marcha con ellos. ¡¡Un abrazo bien grande!!
Reblogueó esto en infodespacho.
¡Enternecedora historia! No la conocía pero me ha encantado, tiene una bella moraleja detrás. Al leerla he comprendido la necesidad de algunas tribus o personas que se dedican a la caza de animales simplemente por tradición o porque no tienen otro medio de subsistencia. Y eso no quiere decir, ni mucho menos, que no respeten la vida de esas especies, sino que simplemente es su único medio para sobrevivir.
Gracias por compartir la historia de Yuko. Un valiente muchacho que contra viento y marea, y frente a tradiciones sociales y adversidades naturales, es capaz con su empeño y valentía de salvar a la ballena.
Felicita de nuevo a sus autores, una vez más ¡chapeau! Besos. 😉
Gracias por leer los cuentos que compartimos y gracias por tus enriquecedores comentarios, Artesana.
Esperamos que los cuentos que buscamos con tanto cariño sigan gustándote.
Un abrazo.