
Ilustración: art2work
En cierta finca de cierto reino, vivía un granjero que tenía una oveja y un carnero. El hombre era muy perezoso y durante todo el verano se dedicó a no hacer nada echado bajo un árbol. No segó ni una brizna de hierba para sus animales y al llegar el invierno los pobres bichos no tenían absolutamente nada para comer.
Empezaron a balar con todas sus fuerzas «¡¡¡Beeeeeeeeeeee, beeeeeeeeeeeeee!!!», hasta que el granjero, harto de oírlos, cogió una vara con la intención de pegarles a los dos. Al ver el palo, oveja y carnero se pusieron a dar vueltas a toda velocidad dentro del cercado.
—Vámonos al bosque, hermano. Encontraremos algún almiar y nos podremos alimentar —dijo la oveja al carnero mientras trataban de huir del granjero.
—Tienes razón, ¡vámonos! Peor que aquí no estaremos.
Antes de marcharse, la oveja se apoderó de una escopeta que tenía el dueño de la granja y el carnero se llevó un saco.
Iban caminando juntos por el camino que conducía al bosque cuando, a un lado de la carretera, vieron una cabeza de lobo.
—¡Qué extraño! —exclamó el carnero.
—Recógela, hermano carnero —dijo la oveja—, y guárdala en tu saco.
—¿Y para qué demonios queremos una cabeza de lobo? Ya cuesta bastante andar con este frío sin ella, como para cargarla sin motivo.
—¡Cógela! Si el hambre aprieta podemos cocerla y hacer un guiso con ella.
El carnero la metió dentro del saco, se lo echó al hombro y los dos siguieron anda que te anda hasta que llegaron al bosque.
—¡Qué frío! ¡Estoy aterido! —se quejó el carnero.
Justo acababa de decir esto, cuando vio un resplandor a lo lejos.
—¡Mira! —exclamó señalando el lugar—, aquello parece una hoguera. ¡Acerquémonos!
Y se dirigieron corriendo hacia la fogata, donde se toparon con una manada de lobos que se estaba calentando junto al fuego.
El carnero se llevó un susto de muerte, pero la oveja lo tranquilizó:
—Tú no temas nada y sígueme la corriente —susurró y acto seguido se acercó a los lobos y los saludó:
—¿¡Qué tal, muchachos!? ¿Nos dejaríais usar vuestro fuego?
—¡Hola! ¡Pues claro que sí! Acercaos, acercaos —contestaron a coro los lobos mientras se relamían pensando en el festín que se iban a dar con aquel carnero y aquella oveja caídos del cielo.
Sin embargo, no habían contado con la astucia de la oveja.
—Hermano carnero, ¡acércate! Dame la cabeza de lobo, que haremos un buen caldo con ella. Pero fíjate bien y dame la cabeza de lobo viejo. La del jefe de la manada…
El carnero hizo lo que la oveja le pedía y sacó del saco la cabeza de lobo.
—¡No! ¡Esta no! Quiero la del lobo viejo.
El carnero hizo ver que buscaba dentro del saco y después de dar unas cuantas vueltas, le tendió a la oveja la misma cabeza.
—Pero vamos a ver, ¿no me expreso bien? —gritó la oveja al mismo tiempo que golpeaba con fuerza con sus pezuñas en el suelo — ¡Tampoco es esta! Te he dicho que me des la del jefe de la manada; es la que está debajo de todas. ¡Fíjate en lo que haces!
El carnero volvió a revolver dentro del saco y al cabo de un rato, le volvió a tender la única cabeza que había en él.
—¡Te ha costado! Pero, al fin has encontrado la que yo quería —exclamó la oveja.
Mientras tanto, los lobos, al ver todo aquello, permanecían callados y pensaban asustados: «Menuda matanza que han hecho estos dos con los nuestros… ¡Llevan un saco entero de cabezas!»
—Por cierto, hermanos lobos, ¿no tendríais vosotros, por casualidad, un poco de sal para aderezar nuestra cena? —preguntó la oveja con voz inocente.
Los lobos la miraron asustados y con el pretexto de ir a buscar un poco de sal, salieron precipitadamente de allí, atropellándose unos a otros y pensando solo en salvar su pellejo.
Corriendo como iban, se toparon con un oso.
—¿Por qué corréis así, amigos lobos?
—¡Hola, oso! No sabes tú de la que acabamos de librarnos. Hemos escapado de una oveja y de un carnero que llevaban un saco lleno de cabezas de lobo y ahora se preparaban para hacer caldo con la del jefe de la manada. Nos hemos marchado corriendo, no sea que quieran hacer con nosotros lo mismo.
—¡Valientes mastuerzos! —se burló el oso —. La oveja y el carnero se os ofrecen en bandeja para que os los comáis y vosotros salís huyendo. ¡Venid conmigo!
Deshicieron el camino andado y cuando la oveja y el carnero vieron que regresaban, empezaron acorrer de aquí para allá, muy apurados. La oveja trepó a un árbol y se las ingenió para acomodarse en la copa, pero el carnero, por mucho que lo intentó, no pudo trepar tan arriba y quedó colgando, de las patas delanteras, sobre una rama.
Al llegar los lobos y el oso no vieron a ninguno de los dos.
—Lobos, traedme unas cuantas bellotas que intentaré adivinar por dónde se han ido —ordenó el oso.
Así lo hicieron los lobos y el oso, sentado bajo el árbol en el que se escondían la oveja y el carnero, empezó a echar la buenaventura.
Entretanto, el carnero le decía en voz baja a la oveja:
—Me duelen las patas, ¡ya no aguanto más! ¡Me voy a caer!
—¡Aguanta un poco! Si te caes, te comerán y después me comerán a mí.
El carnero aguantó todo lo que pudo pero, al final, se cayó. Mientras caía, al comprender que todo estaba perdido, la oveja disparó la escopeta al aire gritando al mismo tiempo con todas sus fuerzas:
—¡A por él! ¡Agarra al Adivino! ¡Qué no se te escape!
Tal fue el susto del oso, que echó a correr como un loco sin mirar atrás y detrás de él, se marcharon todos los lobos.
Bajó la oveja del árbol y ella y el carnero abandonaron el peligroso bosque. Regresaron a la granja y, si todavía no se han muerto de hambre, aún siguen viviendo en ella sin sobresaltos.
FIN
Por cierto, una ilustración bellísima! Me ha recordado a los viejos cuentos troquelados que leía de niña, cuyas ilustraciones me hacían soñar aún más si cabe.
😀 😀 A mí me ocurrió lo mismo al ver esta ilustración 😉 Te abre la puerta de la imaginación. ¡Un abrazo!
Y eso que dicen que las ovejas son tontas..! Jajaja!! Nuestra mejor arma es, sin duda, nuestra inteligencia. Es una frase que no me canso de repetir, especialmente a mis alumnos y a mi hijo.
Excelente como siempre! Trataré de pone al día con tus maravillosas entradas. Es una cuestión de tiempo, o mejor dicho, de falta de tiempo.
Un saludo
¡Ay, María! El problema del tiempo es común en este tiempo en muchas personas, hay tantas cosas que leer que no es posible llegar a todo. La ventaja es que los cuentos siempre nos esperan. ¡Un abrazo y gracias por dedicarnos un rato!
¡Genial Martes! Me recordó mucho a una de mis poesías por lo de «El Engaño» te dejo el enlace. Espero que te guste. Un beso.
http://cuentosentretenidos-marissa.blogspot.com.es/2015/07/preciosa-la-ilustracion-de-bea-crespo.html
¡Hola, Marisa! 🙂 Me ha encantado la poesía. Queda demostrado que las ovejas,si se lo proponen, pueden vencer a cualquier lobo.
Si es que hay que tener mas salero para todo, de verdad que admiro a la gente que tiene un poco de cara y tiran pa lante jejejeje besss
😀 😀 😀 ¡Claro, Maribel! Como en los guisos, que un guiso con poca sal o demasiado salado no sirve para nada. Debe tener la chispita de «saladura» justa para ser perfecto 😉
jejeje es
🙂 ¡Feliz y sabroso fin de semana!
Igualmente tesoro, vamos a disfrutar xDD
🙂 ¡Besetes!
Inteligencia, astucia, audacia..y a correr osos y lobos!
Eso… ¡a correr!
Aprovecho para felicitarte por tu matrimonio, Edda 🙂 Lo vi en Facebook, pero en tu perfil no puedo comentar. ¡Te deseo toda la felicidad del mundo!, y que lo de «ser felices y comer perdices» sea una realidad.
Es genial, y nunca mejor dicho si hablamos del genio, de ese instante fugaz que te ilumina sobre lo que te tienes que hacer, responder, solucionar un problema, prestar atención a un verso, quitarte el miedo de repente y actuar… El genio… es genial y este cuento así lo expresa. Me ha encantado, como siempre y a vuela pluma ahí te dejo la décima… No me da tiempo repasarla. Besos.
El ingenio es mariposa
porque se viene y se va
sin saber si volverá
la ves jugar caprichosa
parándose en cualquier cosa
y vuelve, y hasta se deja
conquistar por una oveja
es como una extravagancia
que se acerca y se distancia
y hasta te sopla en la oreja.
Julie Sopetrán
Para genio el tuyo, Julie, porque esta décima «sin repasar y a vuelapluma» expresa muy bien lo que sentimos los que flirteamos con las letras, ese ir y venir, ese capricho, esa extravagancia que a veces nos ronda y nos sopla en la oreja y que quisiéramos que se transformara en la OBRA 😀 😀 Seguiremos intentando ser ovejas sabias en las letras y en cualquier circunstancia de la vida. ¡Un gran abrazo, amiga!
El poder del ingenio 🙂 Genial, como siempre.
Tener ingenio y saber dar respuestas rápidas es un cualidad envidiable 😉 ¡Un abrazo!
Jajajaja! Vaya par de astutos! Me alegro de que hayan salido de la boca del lobo.. y del oso!
😀 😀 😀 Al final más vale maña que fuerza. ¡Un abrazo, Toni!
Imaginación al poder!!!!! Genial.
😀 imaginar nos salva de muchas cosas. Un abrazo.
😀 😀 😀 me gusta la imagen del Oso leyendo la fortuna con las bellotas… 😀 Feliz Martes de Cuento
¡¡¡Síííí!!! ¡Pera esa no la encontré! 😀 😀 Y como no sé dibujar demasiado bien… Uno se imagina al oso sentado en el suelo y mirando por encima de su hombro a todos los lobos 😉
jejeje, con unas velas y una calavera lanzando las bellotas sobre una mesita hecha del tronco de un árbol, con los lobos alrededor. 😀
Pues no sé yo cómo andas de faena, pero me están entrando unas ganas de enviarte el cuento del martes próximo… ¡No hay forma de encontrar ciempiés! 😀 algunos ilustradores no tienen tanta imaginación como tú, 😀
😀 envíamelo cuando quieras, que yo feliz de ayudarte. 😉
¡Vale! Pero el tiempo es justito, así que si me dices que no, no pasa nada 😉
😉
😀 😀 😀 😀
Vaya estampa! La oveja con la escopeta al hombro. Esta claro que con la imaginación y algo de astucia, se puede salir con buen de cualquier embrollo. Bien por la pareja!
Un besazo grande.
Esa escopeta la debió coger para usarla de bastón, porque no venció a los lobos a tiros, sino con su ingenio 😀 😀 Ya dicen que «más vale maña, que fuerza». Un abrazo, María 🙂
Es buenísimo!!! Una oveja sabia donde las haya! Me ha encantado también la ilustración!
😀 😀 😀 Ya me gustaría a mí ser la mitad de rápida de pensamiento que la oveja, porque, en ocasiones, no sabes qué contestar y te quedas en blanco. La ilustración me pareció muy divertida porque los papeles están invertidos 😉
Sí, creo que también me ha cautivado (la oveja) por eso, por la agilidad de pensamiento
¿No te pasa a veces que te dicen algo y al cabo de dos horas se te ocurre la frase perfecta para dejar sin argumentos a tu interlocutor? 😀 😀 😀 ¡¡De mayor quiero ser oveja!!
Ja ja ja! No, no me pasa! Es que de pequeño era muy contestón y eso me obligaba a ser muy ràpido! Era un lenguaraz!!
A veces a mí sí 😀 😀 😀 😀 Aunque también soy de respuesta rápida, después de un rato pienso… ¡hubiera estado mejor decir eso o aquello también! 😀 😀 😀
Oh! Otra lenguaraz!
😀 😀 😀 Bueno, no es una sorpresa, como tampoco lo tuyo 😉 De otro modo, ¿cómo entender ese diálogo para «besugos» que entablamos en ocasiones? 😀 😀 Y espera, que en nada conversaremos en hebro 😀 😀 😀 😀
Es verdad!! Pero ahora que lo pienso…quién ha oído dialogar a un besugo?
La astucia y el ingenio, fundamentales para la supervivencia
¡Seguro! Estoy segura de que han sido fundamentales para hacer que la humanidad avance.
Vaya tela con la oveja… Una de esas haría falta en cada empresa!! Besitos
😀 😀 😀 Sobre todo para poner firmes a los lobos de la manada. ¡Imaginación al poder!
Jajaja…¡Vaya estampa la de la oveja y el carnero escopeta al hombro! Y hay que ver los pobres lobos lo tontos que quedan siempre en los cuentos…..la fantasía es maravillosa, transforma nuestros miedos y nos reimos de ellos. ¡Saludos cuenteros amigos!
😀 😀 😀 ¡Y no te olvides del saco! Los lobos, pobrecitos, siempre salen perdiendo en los cuentos. Pero tienes toda la razón: casi siempre son el reflejo de nuestros miedos y viéndolo desde esa perspectiva, nos da armas para poder vencerlos o, al menos, luchar contra ellos.
La imaginación es el mayor invento del ser humano. Tiene que haber algún sitio donde aprenderla.
No hay que aprenderla, Jerby, hay que poner en marcha la mayéutica para que la imaginación que enterramos bajo capas de «seriedad» renazca en nosotros de nuevo. ¡Un abrazo, ratoncillo!
Mayéutica, qué palabra tan bonita! Me la guardo para el taller de imaginación…
¡Guárdala bien! Le daremos un buen uso seguro 😉