
Ilustración Debi Hubbs
Cantino de Oro era una ilustre cuerda de violín.
Su sonido MI era elegante y exacto.
Lo escuché un día cantar en la calle;
era la única estrella que brillaba en el diapasón de un viejo violín.
Cantino de Oro no era de oro;
no era ilustre por juicio de otro ilustre;
ni era exacto.
Su sonido MI utilizaba la tensión justa para cantar;
la tensión acorde para ir de la mano del silencio,
para besar los labios de la melodía de un instante
y desvestir una lágrima de la tristeza.
Lo escuché un día cantar en la calle.
De las cuatro cuerdas de un viejo Stradivarius,
Cantino de Oro, ilustre músico por derecho propio,
era la estrella de oro del mejor violín del mundo.
Texto: Elvira Debeal
Así suena en la voz de Angie este poético micro cuento dedicado a Miguel Ángel A. R.
Ilustración: Debi Hubbs
Esta magnífica ilustradora, a la que podéis seguir en su Facebook y en su Twitter, tuvo la amabilidad de darnos su permiso para utilizar la imagen que acompaña al texto. ¡Gracias, Debi!
Angie, Martes, los violines tienen un encanto especial para los cuentos.
Besitos
Gracias Jerby,
Es una alegría poder colaborar en este precioso blog de Martes y recibir comentarios tan encantadores cómo el tuyo
Elvira Debeal (Angie)
Y gracias a Debi Hubbs por tan hermosa ilustración
🙂
Parece que los violines son capaces de hacer vibrar las cuerdas de nuestra alma.
¡Un abrazo, Jerby!
Unas palabras que brotan.de un ser.
Humano.con un sentimiento de amor.por todo.y por todos..
Solo una persona capaz de ver la belleza en lo que la rodea puede escribir con tanto sentimiento.
¡Gracias por comentar!