Siempre sueño con ovejas
que pasean por las nubes
y, cuando viene el pastor,
en lugar de bajar, suben.
Que, además, usan bufanda
porque tienen mucho frío,
pero cuando hace calor
se van a bañar al río.
Yo, a veces, suelo decirles
que quisiera ser su dueño,
pero ellas me contestan
que son ovejas de sueños.
Y, por ser de sueños, son
algo que ha deseado alguno.
Ay, ovejitas de todos,
Ay, ovejas de ninguno.
Ellas son muy amistosas
y, en sueños de chocolate,
con el lobo de los sueños
se sientan a tomar mate.
Eligen el sueño al que entran,
sueños de hule y alquitrán.
Si es sueño lindo, se quedan,
si es pesadilla, se van.
Todos cuentan ovejitas
si el dormir no llega a puerto,
yo sueño con mis ovejas
para quedarme despierto.
Poema: Alejandro Marcelo Guarino
Encontrar el blog de Alejandro fue una de esas felices casualidades que, en ocasiones, brinda la navegación a la deriva por los mares de Internet.
No recuerdo cómo fue que llegue a él, pero me atrapó enseguida y, con permiso de Alejandro, me traje a Martes de Cuento uno de sus poemas. ¡Seguro que no será el único! ¡Gracias Alejandro por prestarnos tu talento!
Ilustración: Rachelle Anne Miller
Nos encanta que nos cuentes